jueves, 27 de junio de 2013

Imagen de la Cartera. 54. Haina: ciudad en vía del colapso total

Dario Solano
Haina: ciudad en vía del colapso total

Una sociedad depende mucho de sus recursos humanos y naturales para emprender caminos al desarrollo humano. Paradójicamente Haina está dotada de múltiples riquezas, sin embargo, ha sido inútil; somos una muestra de incapacidad de lograr articulaciones significativas y duraderas entre el  sector público, privado y la sociedad civil para general para impulsar desarrollo humano y, crear modelos de emprendurismos.


Al contrario, Haina atraviesa por un estado de anomia y calamidad que pone en evidencia su caminar hacía la desintegración social y el advenimiento de contravalores que carcomen la sociedad y que se harán dueña de ella. Cuyas consecuencias sociales y económicas no se están previendo.

Haina es una ciudad en soledad y tristeza. Las calles de Haina han sido ganadas por la violencia y por  los sectores e instituciones que delinquen para poder asegurar bienes materiales a expensa de crear un estado de inseguridad ciudadana. Frente a esta panorámica la institucionalidad carece de respuestas y propuestas que viabilicen caminos para hacer retroceder la hecatombe que acecha a la ciudad.

Lo menos que podemos, hay que atreverse, ir creando los nichos donde irán a parar las derrotas acumuladas por las desidias oficiales, la fragmentación y vulnerabilidad de la ciudad y la ciudanía. La débil institucionalidad y fragmentación de la sociedad civil y el poco liderazgo político nos azara. Las organizaciones de la sociedad civil han crecido a expensa de las organizaciones políticas; los tres (RRSC, PRD y PLD y sus aliados) que se han sucedido en la conducción de los destinos municipales, sin dejar huellas suficientes, han imposibilitado delinear un proyecto de ciudad competitiva y emprendedora.

Deshumanizante y agotadora movilizaba  esta comunidad haciéndola una dependencia paternalista de la empresa.    En la actualidad Haina aún no cuenta con un sistema de alarma y evacuación frente a evacuación ante posibles desastres, con todas las posibilidades de sucederse. Haina no cuenta en los presupuestos nacionales. Eso es dramático.

Haina cuenta con una población juvenil e infantil numerosas pero estas no encuentran espacios para la construcción de valores. Niños apátridas que se ven obligados abandonar las escuelas, niños en las calles y de las calles. Pero no hay políticas con vocación municipal de construcción de ciudadanía y un plan ocal de desarrollo. La violencia en Haina es el pan nuestro de cada día, desde la más múltiples formas de expresión en los ámbitos de la geografía social y territorial. 

Una comunidad que produce tantas riquezas, y a la vez, muestra los rostros empobrecidos de sus barrios, carentes de las más mínimas condiciones humanas donde podría desarrollarse una vida con dignidad humana. Haina es una expresión de caos, nunca ha tenido la posibilidad de un proyecto permanente que se enmarque en desarrollo comunitario inclusivo y para todos.  Las iniciativas desarrolladas se han quedado en manos de los mismos sectores en su intención del bien, solo han servidos para aumentar los niveles de desesperanzas y frustración de esta laboriosa comunidad. Solo el ingenio, con su jornada 

Nuevas energías se instalan; el carbón de las plantas solo tiende a contaminar más que a energizar la esperanza de nuevos caminos para hacer de Haina un municipio saludable y sostenible.

En los últimos tiempos en Haina vivimos del aguaje y el bulto como forma de aparentar lo que no somos y esconder nuestras incapacidades del proyecto colectivo y aglutinador. Hay mucho odio y malas intenciones, se apuesta  al fracaso del otro, y peor, se vive de la  retaliación. Saboreamos el reinar de las mezquindades, y eso se evidencia en todos los sectores; iglesias, partidos, juntas de vecinos, organizaciones profesionales, sindicatos, entidades oficiales, gremios. Nos quedamos sin voces, y la mudez nos hace cómplice del silencio indiferente. Haina es, hoy por hoy, la antesala de un infierno.

E-mail: dasolano@gmail.com

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