Por: Maguá Moquete Paredes.
Planes y programas son los objetivos en el súmmum de la reforma y modernización del Estado, en la función integracionista del sector coordinación, intersectorial en el marco dinámico de las labores en equipos profesionales de cara a la LMD, Liga Municipal Dominicana que son tangibles en la identidad y reconocimiento de un nuevo despertar de cultura moralética municipalista. Seguir leyendo...
Frente al facistol de la historia dominicana el secretario general de esta proba institución pública, el ingeniero Johnny Jones, ha tejido un conductor desafío de desarrollo a los municipios del país con respuestas de veinticuatro horas y los siete días de la semana en un año de servicio fiel a la nación de Juan Pablo Duarte y Díez.
Los valores de Jones están siendo cosechados en el granero de la neutralidad política y partidaria e integración de los municipios, responsabilidad y el diálogo democrático en la ciudadanía. En ese orden, el compromiso y la equidad en la socialización en el crecimiento de asistencia técnica y acciones formativas en la Liga Municipal se han convertido en triunfadores y concreciones de sus reglamentos y facultades de adherir propuestas de alcance nacional e instrumentos aplicativos a la LMD en defensa de los derechos constitucionales y las leyes que confieren los ayuntamientos en el territorio de la República Dominicana.
Johnny Jones, político, hombre de Estado, maestro, catedrático universitario; a fundido su preparación intelectual al eficaz espíritu de cooperación en los municipios de su pueblo. Humanista, sensible y solidario. El progreso siempre ha sido la luminaria de este servidor público dominicano. Ahora en el escenario de la LMD: en razón del mayor bienestar de todos y todas.
“Este pentagrama de objetivos está inscrito con hilo de oro en el sembradío de la realidad que propone una sociedad que atisba una vida bienhechora.”
Caminando por un fiel ideario de los orígenes de la Liga Municipal Dominicana es asimilar una organización representativa que clama por las transformaciones sociales que ha lidereado Johnny Jones en el concierto de vocación abarcadora y, por ende, aglutinadora de los más sanos paradigmas de ideas límpidas para el fortalecimiento de nuestra dominicanidad.
Con pertinentes realidades vigorosas de la LMD: Congresos, conferencias, concursos, ferias, exposiciones y otras manifestaciones de interés para la vida municipal nacional y de proyección internacional. Igualmente, salud, asistencia social, educación, cultura integral con un modelo de convicciones humanas y expresiones de virtudes de hecho y derecho. Un año de mando y realidad social pro activa están lacradas en consciencia nacional.
Entre tanto, los dos primeros párrafos del preámbulo de la Declaración Universal de los derechos humanos aprobados por la United Nations Organization, NN. UU. (Organización de las Naciones Unidas, ONU), el 10 de diciembre de 1948, nos precisan:
“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia dominicana.”
“Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie, ultrajante para la consciencia de la humanidad y que se han proclamado como aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo que en los seres humanos, liberados del temor y de la miseria disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.
Estas inductivas y valientes razones conceptuales ponen énfasis al liderato de pureza de los objetivos que gobiernan el respeto de Johnny Jones por la familia municipalista. ¡Decoro y dignidad de un ciudadano de nobles valores republicanos!
Este veredicto a favor de la calidad humana, es la decisión que acompaña, justamente, a un ser como Johnny Jones que nació cómplice de un aura a la salud, alimentación, felicidad, paz y sosiego a sus conciudadanos.
Maguá Moquete Paredes es analista político y social.
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