Imagen de la Cartera. 47 Camión de la basura, semáforo y motoristas, Imagen 47

 Enmanuel Ventura

Hoy quiero hablarles de tres importantes servicios que se hacen imprescindibles en la cotidianidad de nuestras comunidades.

Con una programación semanal a cada sector, en los hogares se preparan a esperar la recogida de basura para mantener libre de desperdicios y saludable todo el entorno.

Esto requiere del esfuerzo ineludible de las autoridades, para que en el día y la hora señalada se cumpla con lo programado y así evitar una acumulación que pueda ser foco de contaminación, mosquitos y enfermedades.

Recordar a los chóferes que el hecho de estar recogiendo la basura, no le da ningún derecho a pararse atravesados, congestionar el trafico y demorar más de lo debido en las horas que se llevan los niños a las escuelas y la mayoría de los adultos se dirigen al trabajo. lea más..



Saludo la instalación de semáforos en las principales vías de acceso a Haina, ojalá que se pueda concienciar acerca de la importancia del respeto a esta señal de transito que es una señal de vida.

Que desagradable resulta mientras se espera el cambio de luz que la persona que tenemos detrás empiece a tocar la bocina? Por qué los motoristas entienden que ellos deben estar parados todos delante de los demás vehículos? Por qué al cambiar la luz pasan tantos vehículos en amarillo, obviando muchas veces que ya esta en rojo?

Se hace necesario que algunas empresas garanticen la energía en el tiempo en que se producen apagones, para que los semáforos sigan funcionando y así evitar posibles accidentes fatales que podrían producirse con la ausencia de estos.

Con relación a los motoristas, hago un llamado a la reflexión, no solo de ellos como conductores, también a los estudiantes que cada tarde ponen en riesgo sus vidas por la increíble velocidad a que se desplazan hacia y de regreso de los colegios.

En varias oportunidades he tenido que detener el vehículo y girarlo hacia un lado para no chocar de frente con uno de esos motoristas.

Es un espectáculo deprimente ver las caras de alegría que llevan las jovencitas con su pelo al viento en la cola del motor, ignorando que se encuentran a solo segundos del hospital o el cementerio.