viernes, 21 de noviembre de 2014

Haina: Un Mercado Agrícola nacido en ruinas. Edición No- 58

Dario Solano
“ El Mercado de Haina ya tiene espacios convertidos en ruinas...”


El Mercado, una obra más esperada, ha sido recientemente inaugurada como la plaza comercial que da vida a la ciudad. Es un proyecto urbano, sin dudas, de vital importancia que ha merecido una carga de pasión de la ciudadanía que esperó décadas para que esta demanda comunitaria se convirtiera en realidad. A pocos días de su entrega ha entrado en un estado  crítico en sus instalaciones, presentando una suciedad absurda que exhibe en sus estructuras internas y externas; el Mercado Municipal presenta un asqueante hacinamiento en todo su entorno lo que constituye una irresponsabilidad municipal, situación que tiene que ser subsanada en lo inmediato ya que esta obra es fundamental para el desarrollo de Haina.


Es desalentador ver construcciones denigrantes que alteran el diseño original de las instalaciones físicas rompiendo con la armonía arquitectónica, si es que en algún momento la hubo, porque ha sido una construcción con un diseño que no tomó en cuenta aspectos fundamentales para lograr un estado ambiental acorde a su ubicación. Es un lugar donde se respira una atmósfera de un calor insoportable, le hace falta ventilación y estética.

Con apenas un año de inauguración, El Mercado de Haina ya tiene espacios convertidos en ruinas. Da rabia e impotencia observar la forma tan rápida de como el Mercado se enerva y,  saber que ha contado con una inversión estatal de alrededor de 60 millones de pesos  y pese a eso ya se notan áreas en abandono.  Al parecer, la inauguración de este inmueble fue precipitada ya que todo el conjunto del inmueble no se encuentra en óptimas condiciones para su puesta en uso. De lo que se extrae que la ciudad y su gobierno local están en el deber de no dejar que esta obra se convierta en un peligro público y que su función de garantizar artículos y servicios de calidad no se traduzcan en una amenaza a la salud de la población.
Pero la misma, no se limita a ser un centro comercial diferente, ni a un atractivo y recomendable paseo, su fin también se enmarca dentro de los proyectos de recuperación del  entorno comunitario del barrio KM 17,  el Mercado de Productores, el Rincón Hainero y parte de Gringo. El significado del mercado para la zona y sus vecinos, puede ser definido como una “locomotora impulsora” del desarrollo urbano y la cohesión social.

Aunque arquitectónicamente el edificio no dice nada, ya que no se erigió siguiendo el concepto de los modernos mercados agrícolas: espacios con un carácter especial, donde productores y vendedores, agropecuarios y gastronómicos, se encuentran con los consumidores para posibilitar un intercambio que se vuelve una experiencia sumamente grata, se pueden concebir más ofertas de uso y servicio para los consumidores.

Hay que darle un nuevo giro al Mercado, definir y desarrollar acciones inmediatas para fortalecer la gestión del mercado y dar mayor contenido a su propuesta funcional. Ahora luce horrible y huele apestoso. Pero no todo es malo, por lo menos hay un esfuerzo para que los letreros comerciales tengan un mínimo de calidad visual.

El Mercado debe convertirse en un referente de la ciudad. Ojalá, que esta gestión, no obstaculice propuestas alternativas para dotar a este espacio de aspectos mágicos que aporten a la cohesión comunitaria. Hay que parar que se siga modificando el edificio sin que guíe una propuesta técnica revitalizada.

E-mail: dasolano@gmail.com

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