miércoles, 17 de agosto de 2016

¿Cumplen las universidades dominicanas con su compromiso social?, Revista Imagen #63

Emilia Santos


Transitamos el siglo XXI, y aún vemos como en la generalidad, las universidades insisten en  mantener el papel de transmisoras o generadoras de conocimientos.  Hoy no tienen la exclusividad, ni ese es su único rol.

Si bien es cierto que están llamadas a transformar la sociedad, mediante la educación, también, deben hacerlo impulsando la participación activa de toda la ciudadanía, para la solución de problemas sociales. Esto deben asumirlo.


Las carencias son evidentes. Para ser de las instituciones sociales más antiguas, aún necesitan pensar en función de grupos de interés. Deben abrir la sombrilla hacia la preparación de las y los estudiantes, en torno a los retos del mercado laboral. Además, fomentar en ellas y ellos, competencias necesarias; hacer hincapié en las humanas, para optimizar su desarrollo.

No basta con dotar a las y los estudiantes de gran acervo enciclopédico, si desconocen las necesidades de la sociedad en la que deben desarrollarse como profesionales. Y en otro aspecto, al graduarse confrontan dificultad para insertarse al mercado laboral, por la carencia de empleo.

Es necesario que las universidades se vuelvan cercanas ala población, mediante programas de estudios y acciones sociales, pertinentes, donde no sólo funjan como fuente de saber. Aunque educar es su función fundamental; como motor para el desarrollo social,es necesario ir más allá.

Su misión es de servicio al pueblo, por lo que debe abrazar acciones que reduzcan las problemáticas en todos los ámbitos. Ejemplo: medio ambiente yecología. Realizar mayor número de investigaciones, no sólo en las oficinas aclimatadas, sino mediante la participación activa de sus docentes, estudiantes y todos los involucrados en el entorno educativo. Así como, ejecutar programas en alianza con organizaciones y otras instituciones sociales.

No basta con actividades educativas y culturales, las asistenciales forman parte de su compromiso social. Y aunque algunas universidades las ejecutan; estas tienden a ser intermitentes; de corta duración. Y ese no es el norte; es necesaria la sostenibilidad en el tiempo de proyectos y acciones que contribuyan a reducir la desigualdad social. Nuestro país lo necesita.

La realidad nos indica que las y los estudiantes deben ser formados para involucrarse en problemáticas sociales y contribuir a su solución, no para ser profesionales indiferentes a situaciones.Velar por la calidad de vida de todas y todos, es también es su función.
¿Deben las universidades dominicanas combatir la corrupción?

Hoy, en pleno siglo XXI, es necesaria la búsqueda de nuevos modelos socio económicos que faciliten la satisfacción de las necesidades de toda la población en igualdad de oportunidades.
La universidad no puede estar de espaldas a los grandes males de nuestras sociedades modernas, tales comoel desempleo, carencias en el sector salud, educación, que son generadores de pobreza.

“El rol esencial de la universidad en los países del Tercer Mundo, siempre ha estado, y sigue estando, fuera del interés de los que la dirigen”, afirma el doctor Hugo Salinas, experto peruano, en el tema.Es una pena, y este aspecto debe cambiar, o seguiremos sumergidos en pobreza.

Otro modelo a desmontar, que nos convoca a todas y todos los involucrados, es el desarrollo individualde las y los estudiantes.Este es un siglo en el que, asociados yagrupados lograremos grandes avances, mediante “el arte de mirarnos a nosotros mismos”, como dijo Nelson Mandela.
No sólo es educar para incrementar riquezas individuales, sino, instruir para el acceso a ella, en igualdad de condiciones. Fortalecer las competencias, comunicativa, humana, democrática, equitativa; motivadora.

Que sea garantista de la libre expresión del pensamiento de las y los estudiantes,que permitan contribuir, además de la formación educativa, a la transmisión de una cultura de respeto, orgullo por la identidad; propiciadora de entornos saludables en todos los aspectos y por ende, a la formación de personas felices.

Universidad: ¡es hora de asumir con mayor entusiasmo tu responsabilidad social!

santosemili@gmail.com

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