Tener sexo apasionado nos gusta a todos, es placentero, es adictivo y une a las parejas en un lazo invisible y maravilloso. Una vez que lo has probado, siempre quieres más. ¡Qué rico es hacer el amor con ganas y deseo!. Pero, hay veces que deseas sexo profundo. Nada de cosas suaves y caricias tiernas. Necesitas sentir que tu pareja y tú están tan íntimamente unidos que no se sabe dónde termina uno y empieza el otro. ¿Verdad? Pues de eso hablamos hoy, de esas posturas sexuales para una penetración profunda que te lleve al paraíso y al orgasmo.
1. Ella arriba:
La mujer se monta en el hombre como si se tratara de un caballo de rodeo. Las manos de ella en el pecho de él, sujetándose y sus muslos internos friccionando la parte externa de los muslos del hombre. Ella sube y baja de acuerdo al ritmo que más le guste y abre las piernas tanto como le es cómodo para sentir una penetración profunda, al frotarse, puede estimular su clítoris mientras es penetrada, lo que le dará un orgasmo intenso y ¡hasta doble!
2. Ella arriba con él guiando:
Ella se coloca de la misma forma que en la posición anterior, pero él la guía en el ritmo con sus manos sosteniéndola de las caderas o de los muslos y ayudándola a elevarse un poco. También estimula el clítoris y el punto G de la mujer y a él le ofrece el beneficio de una vista Muy estimulante desde abajo.
3. El conocido misionero:
Resulta que la posición más tradicional entra en la categoría de sexo profundo. Ella se acuesta boca arriba con las piernas separadas y el hombre la penetra de forma frontal sin perder el contacto visual. Es un clásico porque produce placer simultáneo a los dos de forma muy estimulante y, además, crea un vínculo emocional. Cuanto más separe ella las piernas, más puede penetrar él.
4. La postura de la almeja:
Es un variante del misionero donde la mujer coloca sus piernas por encima de su cabeza lo máximo posible. Así doblada, el hombre la penetra por detrás de las piernas. Estar en esta posición permite una penetración muy profunda y placentera porque los músculos de la vagina estarán muy tirantes.
5. El victorioso:
Ella se coloca como en la posición del misionero, pero una de sus piernas sube hasta el hombro de su pareja y la otra reposa horizontal. Él la penetra de rodillas o en cuclillas, sujetándose a la pierna horizontal y agarrándose a la que descansa en su hombro. MUY PROFUNDO.
6. El perrito:
Ella se coloca a cuatro patas (de ahí el nombre) y él la penetra por detrás mientras se sostiene de rodillas o, en otra variante, de pie. Por ejemplo, si ella está sobre una mesa o sofá, o incluso el borde de la cama. Él se agarra de sus caderas y penetra lo más profundo que puede. El ángulo de esta posición le da a ella, además, mayor estimulación.
7. La desmayada:
Ella se coloca como en la postura del perrito pero acostada sobre un almohadón que levante sus caderas para que él la penetre por detrás. Las piernas estiradas y reposando, abiertas. Súper estimulante del punto G.
8. La silla inversa:
El hombre se sienta en una silla y ella se sienta sobre él, de espaldas, permitiendo que la penetre mientras ella baja. Es muy placentera esta postura y le deja a él las manos libres para poder acariciar los pechos o el clítoris… ¡si alcanza!
9. La silla clásica:
De la misma forma que antes, pero cara a cara. Ella se sienta sobre él mientras la penetra, pero mirándole a los ojos. Permite una penetración profunda, contacto visual y besos apasionados.
10. De pie:
Contra la pared, ella de espaldas, él la penetra por detrás empujando desde abajo. Otro clásico que les hará a los dos ver las estrellas del placer. Es muy estimulante y altamente erótico.
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