martes, 24 de enero de 2017
La arrogancia es castigada, Imagen #64
Por: Raquel LIranzo
Todos los días de nuestras vidas debemos celebrar con humildad, actitudes sinceras y acciones espontaneas, el nacimiento de Cristo, el Señor, redentor de la humanidad.
Es propicia la ocasión para exhortar al pueblo dominicano a conocer, escudriñar la Santa Biblia, en ella se revela la creación, su persona y su voluntad con el hombre.
En el capítulo nueve, verso seis del libro del profeta Isaías dice “Porque un niño no es nacido, hijo no es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, padre eterno, príncipe de paz” Jesús condenó la simulación y la mentira, refiriéndose a las autoridades judías dijo: “Este pueblo de labios en honra, pero su corazón está lejos de mí”.
Cristo conocía perfectamente aquel gobernante que no había rectitud ni justicia; eran soberbios, orgullosos, amadores de sí mismo, ávaros, codiciosos, deshonestos, crueles, aborrecedores de la verdad, despiadados, sin misericordia, gente inicua que sólo les importaba disponer del poder para su beneficio. A éstos, Cristo los llamó hipócritas, lobos rapaces y sepulcros blanqueadores.
Las autoridades dominicanas y de Haina necesitan buscar de Dios y dedicarse a trabajar con firme determinación de establecer un mínimo de justica social y garantizar un ambiente de armonía, paz y tranquilidad.
Cristo, siendo Dios, rey de reyes y señor de señores, dijo “Él no había venido para ser servido, sino para servir y así enseñó, a quienes son puestos en eminencias tienen un propósito de servir a los demás”.
Las sagradas escrituras hacen referencia a un rey llamado Herodes, orgulloso, arrogante y prepotente, murió comido de gusanos cuando se igualó a Dios creyendo y aceptando las exclamaciones de sus cercanos y relacionados. Su arrogancia fue castigada y !de que manera!. Y en correspondencia como dice la Biblia: “al malo lo mata su maldad y; no os engañéis, Dios no puede ser burlado, lo qué el hombre sembrase, eso también segara”.
Las autoridades son responsables del sosiego y la paz del pueblo y no deben olvidar el dicho: “que no hay paz sin sacrificio” ni justicia social; por eso deben actúar con transparencia, la razón y la verdad, sin iniquidad. Sólo la honestidad y el respeto a los demás harán posible un 2017 sin sobresaltos.
Dios tenga del país y a este pueblo la misericordia, nos libre en tiempo oportuno de la corrupción, los abusos y la violencia de la gente mala y perversa y nosotros glorifiquémosle actuando siempre con apego a la ley, honestidad y transparencia.
Feliz Navidad y Prospéro año Nuevo, les desea todo el equipo de tu Revista Imagen de la Cartera.
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