Por: Héctor Fermín
Hola otra veeeeeezzzzzz, mis dilectos
y queridos lectores. El día a día nos sumerge con la rapidez habitual de
resolver medianamente nuestros asuntos antes del final del día, para luego
llegar a nuestros hogares y darnos cuenta de que vivimos en un lugar donde, si
no tenemos un tinaco, no importa la marca, no tendremos agua en la casa, que si
no tenemos un inversor, tampoco importa de cuantos kilos este sea, no tendremos
energía eléctrica, y que si no pagamos un seguro médico privado o un colegio
privado, no tendremos acceso a servicios
de salud ni educación más o menos regulares.
Y eso nos lleva a pensar sobre los
ingresos a nivel macroeconómico de nuestra economía. Y ver que en apenas menos
de 40 años hemos pasado de ser un país netamente agrícola, ahora dependemos, en
primer lugar del turismo, y en segundo de las remesas que nos llegan del
extranjero, sin ninguna cuenta de retribución o pago por ellas
Y si pusiéramos este pensamiento en
cifras podríamos ver lo siguiente:
México
|
24,323,000,000
|
Guatemala
|
5,981,000,000
|
El Salvador
|
3,985,000,000
|
República Dominicana
|
3,832,000,000
|
Honduras
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3,259,000,000
|
Colombia
|
1,462,000,000
|
Ecuador
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1,039,000,000
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Perú
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912,000,000
|
España
|
887,000,000
|
Brasil
|
637,000,000
|
Fuente Centro de investigación Pew,
datos 2015. Cifras en USD.
República Dominicana tiene el 4to
lugar de ingresos por remesas provenientes de los Estados Unidos. República
Dominicana con un presupuesto de un poco más de USD15, 136, 156,000, lo que
recibimos por remesas son aproximadamente el 25.31%, lo que deja menos de un
75% a ser compensados por los sectores turismo e industrias, ya que los
ingresos por agricultura y zonas francas
fueron cercenados por el primer Gobierno del PLD.
Cada año nos quejamos del
encarecimiento del costo de la vida y la baja en la tarifa del barril de petróleo
que nunca se refleja en los precios de los combustibles ni de otros insumos que
afectan el diario vivir del dominicano y que harían un poco más llevadera
nuestras vidas al final del día, mientras evaluamos si valió la pena hacer lo
que hicimos hoy para subsistir. Pero lo
que nunca nos preguntamos es hacia dónde van a parar los fondos del Gobierno
que deberían estar destinados a facilitar ese nivel de vida medio satisfactorio
que necesitamos para reponernos al final del día.
Yver con la desfachatez que algunos Políticos,
Diputados, Senadores y hasta funcionarios de poca monta muestran su opulencia y
bienestar financiero, ver como consorcios admiten haber pagado sobornos
millonarios en dólares y hoy no haber un preso a diferencia de otros países.
Pienso que tenemos sobreentendida la respuesta. Suya ahora es la parte de
pensar si esa es su verdadera respuesta o seguir soñando con el famoso
crecimiento que solo se ve en los bolsillos de “los de arriba”.
Hasta una próxima entrega y que Dios
los bendiga enormemente.
El autor es CPA, con especialidades en
costos de producción y costos de distribución, maestría en Gerencia Administrativa
y asesor independiente Financiero y Logístico para empresas al sur de los EEUU.
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