lunes, 30 de septiembre de 2019

No es injuria informar, y sí es crimen contaminar el medio ambiente, Revista Imagen de la Cartera No. 70


Dario Solano

Imagen de la Cartera- República Dominicana: Las sentencias en referencia marcan un hito para el municipio de Haina y para la sociedad dominicana, una emitida por una corte judicial de San Cristóbal y la otra por el Tribunal Superior Administrativo de Santo Domingo.

Ambas, de vital interés para Haina, toda vez que se hacen trascendentales desde el punto de vista del pleno disfrute de los derechos humanos y ambientales de la comunidad y porque impactan en el sosiego territorial siendo el producto de un ejercicio de responsabilidad ciudadana del movimiento social y ecológico de Haina.


Gozar de un ambiente sano es un derecho fundamental, así queda establecido en la normativa constitucional. Mientras Raquel Liranzo, editora de la Revista Imagen de la Cartera cumplía con el deber y derecho de informar a la ciudadanía con apego a la ética periodística de que la empresa Verde Eco Reciclaje Industrial (VERI), contamina a Haina, se hacía eco de informaciones de los medios nacionales de comunicación que quedan constancia de un estudio ambiental que arrojó dichas conclusiones.

 VERI responsable del delito de la denuncia, la demandaba por difamación e injuria. Una forma de coger “piedras para los más chiquitos”. Según los empresarios infractores, “La empresa Verde Eco Reciclaje Industrial (VERI) precisó que el sometimiento judicial que hizo contra la directora de la revista Imagen de la Cartera, Fiordaliza Raquel Liranzo Fernández, “es el resultado de su tozuda actitud por no reconocer que incurrió en una infracción penal al difundir en su medio de comunicación información falsa” sobre la empresa recicladora, acusación que ha quedado diluida y con la sentencia de la corte de justicia de San Cristóbal que libera a esta editora de responsabilidad penal, y por lo tanto concluye de que en ningún momento existe el delito de difamación e injuria cuando un medio asume la responsabilidad de informar a la comunidad, ya que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha concluido que la información, hoy en día, es un derecho fundamental.

Con esta acción arrogante de una empresa con un pasado nefasto, que aún gravita en la memoria colectiva, evidencia que no están arrepentidos de haber dejado a la comunidad de Paraíso de Dios en una situación de vulnerabilidad frente a los efectos de la contaminación por plomo afectando e infectando a decenas de pobladores de esa barriada, y que por cuya irresponsabilidad y crimen, a Haina se le ubicó en el tercer lugar dentro de las diez ciudades más contaminadas del mundo. Esos empresarios, en vez de resarcir a Haina por los daños ambientales creados, se sitúan por encima del”bien y del mal”, y tratan de acallar voces a través de intimidación y amenazas.

 Pero erró VERI, no se daba cuanta que con su acusación para amedrentar a Raquel Liranzo provocaron una inmensidad de expresiones solidarias de abogados, periodistas, y el liderazgo comunitario para con el medio de comunicación y su editora que no se acobardó ante las múltiples amenazas emitidas, y al contrario, “ la periodista Liranzo Fernández denunció ante la Sociedad Interamericana de Prensa que está siendo víctima de un “cobarde” sometimiento ante los tribunales por difamación e injuria de parte la empresa recicladora de baterías… porque se hizo eco de los resultados de una investigación de impacto ambiental que certificó que la planta contamina con plomo y cromo las inmediaciones donde está ubicada”.

Por otro lado, y con un mayor nivel pedagógico, se producía la otra sentencia, emitida por el Tribunal Superior Administrativo (TSA), que ordena el cierre de las operaciones industriales de Veri, reafirmando la veracidad del estudio ambiental y dando causa de veracidad al sometimiento de un recurso de amparo por parte de instancias comunitarias de defensa ciudadana, ambiental y territorial, es así que el TSA insta al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales a darle cumplimiento a dicha sentencia.

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