Licdo. en Comunicación, RRPP UNICARIBE, Director Tirando Pegao
Las autoridades de Haina que aspiran a continuar representado a los haineros en la cosa pública a nivel congresual y municipal no son merecedores de otra oportunidad, puesto que su representación no ha sido digna, y mucho menos a la altura de la confianza que los munícipes depositaron en cada uno de ellos.
El alcalde y los diputados no tienen nada que presentar al electorado de Haina que los colocó, distinguió y prestigió con su voto en las elecciones pasadas. Aspiran nuevamente a sus cargos y ninguno de ellos puede hacerse eco de Mateo 7:20 “Así que, por sus frutos los conoceréis”, porque si los frutos fueran buenos, ellos anduviesen con un folleto de sus ejecutorias realizadas, o basaran sus respectivas campañas en las cosas que han hecho para la comunidad, pero están igual que el slogan de la Selección Nacional de Baloncesto, tras ganar partidos en eventos internacionales, estos “No pueden”, tan sencillo como eso, es casi imposible demostrar que han realizado obras en favor del
colectivo.
La partidocracia nos ha jodido la existencia en el municipio de nuestros amores, y se le ha dado una y otra oportunidad, las consecuencias han sido peores a las anteriores. Es tiempo de que el munícipe vote, deje pasar el período y si ese candidato a diputado, alcalde, regidor e incluso senador en el cual confió no realizó los cambios pertinentes y tampoco honró sus promesas de campaña, en las siguientes elecciones hay que castigar a esa autoridad electa, con un voto en su contra, en caso que quiera seguir al frente de los destinos del municipio o circunscripción.
Haina necesita otro tipo de autoridades, que no sólo se puedan ver para tiempos electoreros, como en el que se está inmerso en los actuales momentos, hay que cambiar las caras del juego, se tiene tiempo viendo a los mismos actores, es como decir, “las mismas moscas y los mismos mosquitos a través de los distintos distritos”.
Los Aspirantes a otro período en Haina no merecen la oportunidad, y no es culpa de quienes hicieron la elección, es culpa de ellos mismos que desaparecieron y ahora regresan orondos, con la satisfacción que permite estar al frente de la municipalidad y no haber dado ni siquiera un toque por la raya de primera, para que en una jugada suicida se le pudiera anotar algo realmente en favor del pueblo que los elige.
Con todo lo antes escrito, estos seudo políticos “tienen la cachaza y la cara dura” de presentarse a la comunidad en busca de un nuevo período que sólo serviría para engrandecimiento de sus egos y otras hiervas, mientras el pueblo busca una esperanza que ha sido tronchada muchas veces por ellos mismos.
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