lunes, 6 de julio de 2015

Haina; hacia una ciudad sostenible y competitiva, Imagen 60

Darío Solano es, 
Cientista Social.



Atención: Celso  Marranzini,  John, Marino, Osvaldo, Peñita, Walter, Maniquín y Concepción.

A Haina le hace falta un sello, una identidad local inconfundible y lograr equilibrio ambiental. Este municipio debería ser una ciudad competitiva y modelo de gestión ambiental y de desarrollo humano para el país y el mundo, pero factores internos lo obstruyen,  y el mayor mal, es el  clientelismo político que nos aleja esa meta.

Para convertir a Haina en una ciudad sostenible hace falta un entramado social y político con prácticas políticas acordes al manejo de la ciudad con un sentido de priorizar la planificación del territorio y disponer de una estrategia de inversión en capital humano.


Haina, a nuestro entender, debería ser una ciudad modelo de gestión municipal. El liderazgo político lo ha contaminado todo y ha reducido las capacidades y los recursos existentes para el desarrollo local en simples estrategias para el aprovechamiento grupal.  Por lo tanto, hemos carecido de legitimidad social sin logros fehacientes de impactos reales para reducir la pobreza y exclusión social.

El modelo de Haina produce pobreza y no reparte las riquezas que se generan el territorio. Distribuye apagones y escasez de agua potable, educación de pésima calidad y un sistema de salud en colapso.

Deberían surgir nuevos escenarios para repensar la ciudad y concertar planes de desarrollo. La ciudad la construyen los ciudadanos con sus actividades cotidianas y el compromiso planificado para lograr calidad de vida para todos. En el caso de Haina, al parecer, carecemos de ciudanía activa y compromisos políticos, ya que no existen voluntades para un real diseño de ciudad sostenible y trascender a los parches de los cuatrienios gubernamentales que nos han acostumbrado sin guía o un modelo a seguir y, que en consecuencia va desconstruyendo el tejido de la comunidad.

Haina demanda de un proyecto de ciudad desde la perspectiva de producir un cambio en las estructuras urbanas y  construir un tejido social con sentido de pertenencia y, ese proyecto es indispensable para la participación ciudadana en la nueva arquitectura política y social que necesita la ciudad. Hay que asumir un nuevo paradigma del desarrollo municipal.

Pero no hay capacidad de diálogo, ni mucho menos, interlocutores para concertar un plan de desarrollo a escala local, definido en tiempo y espacio que pueda renovar la vida de la ciudad. Estamos a oscuras, Haina es una ciudad poco competitiva y es panoso, pues produce suficientes recursos para ser una ciudad modelo.

Hay que desarrollar una sociedad civil con identidad e independencia, es imprescindible para poder echar a Haina a andar y, así romper con la indiferencia de sectores sociales que bien podrían estar interviniendo en los destinos locales. Es necesario el surgimiento y desarrollo de un movimiento ciudadano con niveles de autonomía de actuación y con capacidad de propuestas políticas que sean capaces de influir en la toma de decisiones de la ciudad. Haina, de seguir el camino por donde transita será muy pronto una ciudad inviable convertida en tierra de nadie.

¿Qué es una Ciudad Sostenible? Una ciudad sostenible se entiende como aquella que ofrece una alta calidad de vida a sus habitantes, que reduce sus impactos sobre el medio natural y que cuenta con un gobierno local con capacidad fiscal y administrativa para mantener su crecimiento económico y para llevar a cabo sus funciones urbanas con una amplia participación ciudadana. Una ciudad sostenible debe sobresalir en cuatro dimensiones: primero, una dimensión de sostenibilidad ambiental y cambio climático; segundo, una dimensión de desarrollo urbano sostenible; tercero, una dimensión de sostenibilidad económica y social y cuarto, una dimensión de sostenibilidad fiscal y gobernabilidad.

En cuanto a la dimensión de sostenibilidad ambiental y cambio climático, una ciudad sostenible debe atender de manera prioritaria el manejo de los recursos naturales, la mitigación de gases, efecto invernadero y otras formas de contaminación. También debe atender la mitigación y adaptación a los efectos de cambios climáticos.

En cuanto a la dimensión de desarrollo urbano sostenible, una ciudad sostenible debe controlar su crecimiento y promover la provisión de un hábitat adecuado para sus ciudadanos, además de promover el transporte y la movilidad urbana sostenible.

En cuanto a la dimensión de sostenibilidad económica y social, una ciudad sostenible debe promover un desarrollo económico local y el suministro de servicios sociales de calidad. Asimismo, la ciudad debe promover niveles adecuados de seguridad ciudadana.

Finalmente, en materia de la dimensión fiscal debe avanzar en la aplicación de mecanismos adecuados de buen gobierno, de manejo adecuado de sus ingresos y del gasto público, así como de manejo adecuado de la deuda y otras obligaciones fiscales. Y sobre todo, ser transparente en rendición de cuentas a la ciudadanía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario