martes, 7 de julio de 2015

Vuelvo con el tema gay. Revista Imagen No. 60

Roselvis Vargas es,
Periodista de Telenoticias y maestra de ceremonias.

Debe haber sido hace como 2 años, cuando la directora de esta revista Imagen de la Cartera, Raquel Liranzo, me vetó un artículo que escribí sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Recuerdo que después de que uno de sus correctores de estilo revisara el material que escribí, ella me llamó diciendo algo más o menos así:

"Roselvis, tú sabes que esta es una revista que la ven niños y circula en las escuelas... Escribe sobre otro tema..."



En esta ocasión,  como una rebelde con causa, insisto con el asunto de los derechos de las personas. Sí,  el derecho de las personas. El derecho a elegir a quien aman, con quien comparten sus vidas, sus bienes, su seguro de salud, etcétera.

Hoy, la República Dominicana tiene un representante diplomático abiertamente homosexual y más aún,  casado con un hombre.

Se trata del embajador de los Estados Unidos, James Brewster,  quien reside en el país junto a su esposo Bob Satawake, de quienes debo decir que son personas extraordinarias, hasta donde los miembros de la prensa que he compartido con ellos, hemos podido ver.

En esta edición vuelvo con el tema gay, porque soy una fiel defensora de los derechos humanos, de los derechos a ser tratados iguales que tenemos todos los individuos.
El pasado 11 de junio, en mi calidad de periodista, participé en el "Desayuno por los Derechos Humanos" que ofreció el embajador en su residencia.

Allí compartimos con el enviado especial de la Casa Blanca para la defensa de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT), Randy Berry, quien resaltaba cómo ha crecido la apertura de las empresas a esta comunidad.

Tengo un tiempo considerable compartiendo con activistas gays,  y desde niña he tenido amigos homosexuales; toda esa experiencia en adición a lo que he leído e investigado sobre el tema, me han enseñado que la preferencia sexual no determina la capacidad humana, intelectual ni moral que puede tener una persona.

Varios países ya han consignado en sus legislaciones el matrimonio entre personas del mismo sexo, o lo que es lo mismo,  un compromiso con fuerza legal en que dos individuos convienen una serie cosas a los fines de delimitar su convencía juntos; y cómo es posible, entonces, que en éste país, muchos ni siquiera se les brinda trabajo,  o se les niega el derecho a la salud (como en el caso de las transexuales).

En aspectos como éste seguimos siendo el grupo de nativos que los españoles esclavizaron y finalmente desaparecieron de la isla.

Sí están leyendo este texto significa que la revista Imagen me ha permitido expresar mis consideraciones y criterios. Será entonces en la próxima edición cuando les traiga las últimas novedades sobre el tema LGBT.

No hay comentarios:

Publicar un comentario