Imagen de la Cartera 47. El mayor peligro de los gobiernos: Gobernar Demasiado

Por: Víctor Espinal

A medida que los gobiernos prolongan sus mandatos forzando reelecciones, especialmente las presidenciales, los valores democráticos van desapareciendo junto a la capacidad de escucha y gobernabilidad. 

En los gobiernos prolongados siempre hay un grupo que se beneficia más que otro y crean barreras que impiden el buen desempeño de los diferentes órganos del gobierno. lea más..
 Al cabo de un buen tiempo se convierten en especialistas cuyas ideas y pensamientos superan todos los demás y no prestan la menor importancia a las quejas externas en las comunidades y opositores.

Una de las mejores formas de gobierno que se ha experimentado es la democracia. Un gobierno democrático es aquel que se basa en la participación política de los ciudadanos en las decisiones de gobierno, a partir de la elección libre y abierta de los gobernantes, así como de mecanismos para la toma conjunta de decisiones.

Un gobierno democrático toma en cuenta las opiniones de las personas sobre las distintas políticas públicas que se diseñan e implementan. El papel de los ciudadanos en la toma de decisiones, se da a partir de su participación activa en los distintos foros y espacios abiertos para el efecto, así como en organizaciones políticas y sociales que intervienen en el proceso diario de negociación política. 

¿Cuándo el gobierno ha abierto foros libres a la opinión pública, para tomar ciertas desiciones?

De la misma forma, un gobierno democrático está legitimado a partir de la participación ciudadana en los procesos bajo los cuales se eligen gobernantes. Dichos gobiernos respetan las reglas del juego y hacen que los otros contendientes las respeten también. 

De la misma forma, se promueve el mejoramiento constante de la calidad de la democracia, así como de los procesos para elegir gobernantes y tomar decisiones. A medida  que se prolongan los mandatos, la participación ciudadana va desapareciendo de la agenda de los gobernantes.

Ninguna sociedad es homogénea en ningún aspecto más que en la nacionalidad y los valores comunes que sustentan a una nación, a un Estado, o ambos. Sin embargo, existen diversos aspectos en los que no puede existir homogeneidad. 

De esta forma podemos decir que, la gobernabilidad es la capacidad de un gobierno de poder ejercer el poder político que ostenta, sin la presencia de obstáculos que impidan dicho ejercicio. En una democracia, la gobernabilidad se mantiene a partir del respeto a las reglas del juego, pero también a partir del rol que las instituciones políticas juegan en su mantenimiento.

Las instituciones que una democracia sostiene, están diseñadas para que los conflictos políticos se ventilen y sean absorbidos a través de ellas. En este sentido una democracia necesita instituciones fuertes, capaces de absorber conflictos sin la necesidad de ejercer represión.