lunes, 9 de marzo de 2015

Conoce los tips sexuales de oro. Edición 59.



Con frecuencia escuchas a tu hombre o tu mujer quejarse sobre su actividad sexual y algunas de las más comunes son: “No logro soltarme”, “Es siempre lo mismo!!!”, “¿Yyyy eso fue todo, bueeeno?”, “¿No puedo concentrarme?”. El grave error es  creer que la única meta, es el orgasmo. Por suerte, ¡hay mucho más!

La frustración sexual es, en la mayoría  de los casos, el resultado de que se cree que el sexo tiene como meta el orgasmo y punto!. Pero eso no es suficiente para saciar las expectativas de la gran mayoría de las personas.
 

 El sexo debe ser visto como un disfrute total y desenfrenado de todo el camino que nos lleva a ese clímax orgásmico y por lo tanto, debemos prestar más atención al 

camino que a la meta.  Por eso vamos a darle el plato  fuerte en el juego sexual! Y para ello, les he preparado una serie de tips para que puedan enaltecer su experiencia  sexual:

1. Recuerda que tu órgano sexual más importante es tu cerebro: el famoso “cerebrito” tiene un lugar protagónico. Comienza a pensar en el sexo con anticipación, y si puedes, comparte tus pensamientos al respecto breve y gráficamente con tu pareja. Una llamadita rápida durante el día no debe interrumpir grandemente su día de trabajo, pero sí puede proveer un poderoso estímulo erótico.

2. Tómalo con suavidad: comienza besando y acariciando el cuerpo de tu pareja, pero no sus genitales ni sus zonas más erógenas. Puedes, por ejemplo, besar la yema de sus dedos o sus pies, sus orejas, axilas, abdomen… y poco a poco ir acercándote a su pecho o sus testículos/vagina.

3. Asegura el orgasmo, manual u oralmente: muchas mujeres no logran tener orgasmos durante la penetración vaginal.  Muchas de las chicas que disfrutan de los orgasmos múltiples tienen más probabilidades de tener un segundo o tercer orgasmo durante la penetración si ya han tenido uno o dos anteriormente. Así que no sean tímidas y tóquense. Y a los chicos, les aconsejo que aprendan de ellas! Observa mientras tu pareja se masturba (algo de por sí, súper excitante); y luego utiliza el mismo tipo de caricia y la misma presión y velocidad que ella usa mientras se masturba.

4. Presta atención a sus zonas erógenas: muchas mujeres cometen el error de dirigirse directamente hacia el pene de su compañero. Sin embargo, la gran mayoría de los hombres son muy sensibles en otras partes de sus cuerpos, como las tetillas, el escroto, y el perineo.  Si tu hombre no tolera que estimules su pene directamente sin querer penetrarte, asegúrate de invertir más tiempo en estas otras áreas de su cuerpo.

5. Experimenta con caricias variadas: recorre el cuerpo de tu pareja suave y delicadamente con la puntita de tus dedos, de manera que le ocasiones escalofríos.  De igual manera, puedes experimentar con caricias mucho más agresivas, incluso usando tus uñas para raspar su piel y provocar otro tipo de sensaciones.  Tómalo poco a poco y ve midiendo su tolerancia y respuesta a estas caricias más agresivas.  Si lo disfrutas y te pide más, síguelo/a por ahí e incluye nalgadas y todo lo que se te ocurra.

6. Experimenta con distintos ritmos: excita a tu pareja y luego retírate.  Tiéntalo/a.  Haciendo esto, aumentas también tu propio nivel de excitación. Él/ella, por su parte, quedarán rendidos/as a tus pies.  No sabrás cuándo vas a continuar acariciándolo/a o cuándo vas a cambiar el patrón o parar del todo.  Su excitación se ve incrementada por la anticipación que le provee este tipo de juego.

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