lunes, 9 de marzo de 2015

LA CAMPAÑA ANTIRRUIDO, Edición 59



¨Lo primero es crear conciencia a la gente del daño que ocasiona un ambiente ruidoso a la estabilidad y la tranquilidad de las personas¨...


Dionicio Liranzo


La campaña antirruido que efectúa la policía es una acción que merece todo el respaldo de la población dominicana. Ya era hora de hacer algo en favor de la población; pero cuidado, de nada sirve que lo que hagamos con las manos lo desbaratemos con los pies. No podemos pensar que destruyendo las bocinas, se destruirá la contaminación ambiental por ruido.


Lo primero es crear conciencia a la gente del daño que ocasiona un ambiente ruidoso a la estabilidad y la tranquilidad de las personas, que como siempre, somos los contaminadores del medio ambiente.

Enfrentar un mal social con el fin de regularlo, modificarlo o eliminarlo, requiere de un carácter serio. Debe ponerse todo el empeño y la dedicación necesaria para combatirlo sin contemplación, sin ambages y sobre todo, sin saña y sin corrupción.

Resulta desagradable ver un anuncio policial en el que se destruyen alevosamente cientos de bocinas de las que se han incautado de forma ilegal, pues en la mayoría de los casos no interviene un fiscal que levante un acta, dando  fe y testimonio del bien incautado, la cantidad y característica de estos bienes.

La aplicación de las leyes no puede ser a lo loco; ni podemos apoyar que la cura sea más costosa que la enfermedad. Alguien dijo que allí se eliminaban cientos de cajones, mas no las bocinas; otros comentan ¨´te quitan las bocinas por un lado y te las venden por el otro.¨

¿Y qué hay de la bulla de los motores sin sistemas de escape (mufflers), de las guagüitas anunciadoras, las estruendosas y estremecedoras discolights, los destartalados camiones de carga que ya no hay forma de que los dueños les aminoren el ruido?.
El asunto es mas serio de lo se cree. Habrá que enfrentar muchos sectores, a menos que estos adquieran conciencia al respecto, pero el esfuerzo vale la pena.

El oído animal es un regalo de la naturaleza.  A la humanidad Dios le ha regalado la facultad de, además de poder oír, también de escuchar.

Estas cualidades nos permiten distinguir tonalidades, permiten distinguir una voz de otra, una canción de otra, un artista de otro; clasificamos los géneros musicales; distinguimos un susurro de un grito y una poesía de un canto.

Todo esto se logra gracias a una sencillísima membrana llamada tímpano, la cual se encuentra en el sentido auditivo, y que es preciso cuidar, pues una vez que se pierde, ya no se recupera…  y el ruido es su principal enemigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario