Les tengo otra entrega de poemas extraídos de cuentos.
De nuevo, juego al verso con el cuento del profesor, Higinio Báez, de su libro Mar Adentro.
Báez, provoca el reto a la entrega de su libro, diciendo “quiero que hagas con mis cuentos, lo mismo que con los de Bosch”
No tengo más salida, que dar a conocer el poema del cuento....
El Espejo.
No le alarmaban los espejos
porque habría de temerles
conocía ese espejo.
Es una enorme mansión,
capturaba imágenes de luz,
de rosas, de pasos, de sonrisas fingidas,
de llegadas
de ilusión.
Espejos en los muros, en los arcos,
las cornisas, en las atalayas.
Espejos frente a los espejos.
Se descubrió metido en un espejo... ese no era él.
El sonido de la desolación chocaba contra los muros,
encogido en su cuerpo, como síntesis, arraigado por un extenso manto de desamparo,
le dolía su destello,
se vio...
envejecido.
Espero les guste el poema, al igual les invito a leer el libro.
Les dedico en este número, mis versos cortos.
VERSO I
En la serie fortuita de la vida
el destino del abrazo, es una emoción sin prisa.
El silencio en su cortejo, desliza la humildad en el rocío,
y se sostiene en sus manos.
VERSO II
Siento tu perfume deslizarse por las sábanas nocturnas,
enjugar al ensueño que se pierde, en el brillo del día.
VERSO III
Una silueta de mujer, recrea el insomnio del día,
en la perturbadora noche de ausencia,
el grito nocturno, engalana la nostalgia,
de los besos ocultos en el tiempo.
milqueyamonteagudo@Hotmail.com
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