miércoles, 11 de noviembre de 2015

BOTÁNICA Y MIEL, I magen 61

Dionicio Liranzo,
es Facilitador de Infotep y  Periodista 



En un escrito nuestro que fue publicado hace algún tiempo, resaltábamos la afirmación de que la vida en el planeta tierra depende mucho de La Abeja. Entre otras cosas destacábamos que si la abeja desaparece, podría desaparecer la flora sobre la superficie terrestre,  habida cuenta de que este maravilloso insecto es el principal protagonista en la polinización de las plantas.


Alguien que había leído mi artículo, sugería que debíamos abundar más sobre el proceso y la importancia  de la polinización. Aceptamos y acogimos  su sugerencia.

Por lo general, una flor tiene órganos masculinos y femeninos, estos son Estambres y Pistilo.

Los estambres son hebras largas parecidas a los vellos. Componen los órganos florales masculinos y son portadores de sacos polínicos que originan los granos de polen.  El Pistilo o Carpelo es el órgano floral femenino de las plantas. Está compuesto por  ovario, estilo y estigma.

Para que una flor pueda dar fruto  es imprescindible que el polen (generado en el órgano masculino), llegue al órgano femenino donde se juntará al óvulo, ya que aunque ambos órganos están la en la misma flor, necesitan de un medio que transporte el polen. Es a ese proceso al que se conoce como polinización. Respecto a este encantador acto de la naturaleza,  alguien expresó
“La polinización es uno de los mutualismos más fascinantes de la Naturaleza y es lo que permite la fecundación de las plantas. En este proceso, las abejas melíferas asumen una importancia destacada: son unas de las más eficientes y además han sido las principales protagonistas de una actividad humana milenaria y sin duda una de las más sostenibles, la apicultura.  Pero no están solas, ya en el mundo existen al menos 20.000 especies de abejas silvestres, sin olvidarnos del resto de polinizadores.

En su afán de conseguir la materia prima para su producto esencial, la abeja transita de flor en flor buscando el néctar de de las flores. Sus patas se impregnan de polen cuando pasan por los estambres, regando el grano por toda la flor, incluyendo los pistilos.

La abeja es protagonista de la polinización, aunque existen otros agentes importantes que pueden contribuir a llevar el polen hasta el pistillo; tal es el caso de las mariposas, gusanos y otros insectos. También está la polinización artificial que puede producirse llevando los granos de polen desde una flor a otra. Esto puede ocurrir por medio de los citados insectos, al trasladarse de una flor a otra y por medio del viento al arrastrar el grano por la vía aérea.

Esperamos haber satisfecho a nuestros lectores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario