Darío Solano
El malecón de
Haina es un activo de vital importancia del territorio, es base para el
desarrollo de la ciudadanía, industrial, portuario y empresarial. A pesar de su
significado estratégico, presenta un estado crítico en todo su entorno
ambiental que limita su naturaleza de uso ciudadano para el esparcimiento. Ante
el deterioro y la inseguridad ciudadana se demanda de una intervención para
devolverle su esplendor que alguna vez tuvo, ahora con nuevos elementos que le
hagan más atractivos, a través del diseño de la arquitectura moderna que vaya
en armonía con el entorno marítimo y ambiental. Una recuperación y
revitalización que permita producir otra imagen de este espacio hoy convertido
en un desorden mayúsculo, matizado por la contaminación sónica y ambiental.
Recuperar la
playa Gringo y su malecón a través de un corredor turístico, es la propuesta, sería
una política municipal de real trascendencia. Daria a entender que contamos con
una estrategia de desarrollo municipal, cuyas políticas de planificación
territorial aportan a la cohesión social y ambiental. Se trata, en este caso, de una acción urgente
donde se podría articular una alianza estratégica entre el sector público y
empresarial en todo el proceso de diseño y ejecución de un plan de rescate que
transcurra en el horizonte de la puesta en uso y valor de este patrimonio
municipal que puede promover una opción turística en el territorio.
La falta de una normativa
municipal de planificación territorial es lo que ha permitido que en Haina se
hayan perdido gran cantidad de espacios públicos. Un ejemplo de eso ha sido la
gestión del malecón playa Gringo, que siendo un lugar de esparcimiento ha ido
perdiendo su identidad por el desarrollo industrial mal concebido y, por la
visión de recreación sesgada que toma como única apuesta el expendio de bebidas
alcohólicas y música con volúmenes a altos niveles de decibeles que pones en peligro
la salud y el ambiento urbano.
Estamos perdiendo poco a poco la riqueza
del frente al mar Caribe. Los ciudadanos
de Haina debemos solicitar que se proteja y se repare nuestro malecón de la
embestida que hoy es víctima uno de los espacios paradigmáticos de esta ciudad. Implica, desarrollar
un plan de manejo de estos recursos de la biodiversidad y cultural que
contemple el rescate de sus múltiples espacios, la reglamentación de usos,
tanto de la actividad comercial de recreación, así como las empresas que ya
están instaladas y que creo que no cabe una más. Se trata de crear un entorno favorable
de convivencia dentro del marco de esa diversidad de negocios que hoy están presentes
y que puede con una nueva visión de convivencia.
En el 2009, ante el proceso de
recuperación que se llevó a cabo en esa gestión municipal, escribí
lo siguiente;¨El Malecón de Haina, es una novedad, como hecho urbano y de
construcción social que responde a un proyecto de ciudad, muy poco pensado e
incluso planificado, el cual poco importa que lo haya hecho Luís Alberto
Concepción, síndico que no se le puede negar que demuestra, que en cierto
aspecto de la vida municipal, tiene visión estratégica para la recuperación y
la puesta en valor de los espacios públicos. ¨
Es innegable que a Playa Gringo le hace
falta ahora, ante la vorágine que padece, un plan de rescate y de gestión en
función del deterioro que presenta. Produzcamos un dialogo ciudadano que aporte
soluciones. Apostemos juntos a un modelo de gestión socioambiental del
territorio en beneficio de la ciudadanía. Es tiempo de que playa Gringo el su
malecón reciban una real atención.
E-mail: dasolano@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario